jueves, 1 de diciembre de 2011

Mis pequeños maestros

Yo trabajo de maestro. Mi deber es enseñar a los niños, pero en realidad los maestros son ellos. Yo aprendo. Me enseñan cómo enfrentarse a la vida y a la muerte. Me dan lecciones de valor, de ilusión por vivir. Me demuestran en cada instante cómo reconocer el valor de las cosas sencillas, cómo distinguir lo importante de lo accesorio en el texto de la vida.

Su cole es su casa. Yo acudo allí de falso maestro ya que, como digo, lo más importante me le enseñan ellos. Oficialmente se llama Asistencia Domiciliaria.  He tenido niños con diferentes problemas: a dos de ellos les pilló un autobús (a uno literalmente por encima de la pierna), otros convalecían de diversas y dolorosas operaciones óseas, una pequeña con operación de corazón, otra con una rara enfermedad  que le obligaba a prevenir las fatales infecciones quedándose en casa eternamente, otra con una pierna amputada y problemas en las extremidades, otros... Actualmente tengo tres alumnos con problemas en la sangre. Dos padecen una leucemia y otro sufre una rara aplasia medular. Dos de ellos lo están pasando muy mal.

Ayer visité a uno de ellos. Le vi desganado, negativista... De repente, en medio de la sesión,  ha estallado en llanto. Me había enfadado con él. Quise ponerle los puntos sobre las íes. Empezó a sollozar: "Es que no me concentro, no  puedo, estoy pensando todo el tiempo en lo que me pasa. No puedo pensar en otra cosa. Mi médula no funciona. No responde. El médico se extraña de que no tenga más neutrófilos. Me han metido una quimio muy fuerte y nada. Está mal. Tengo miedo de que no puedan hacerme el tranplante. Tengo un donante que es compatible al 100%, los otros menos: ¿y si el donante no quiere? ¿Y si es de cordón umbilical y los padres lo quieren para su hijo? Pueden echarse atrás y ¿qué hago yo? Me puedo morir. En Rumanía me habría muerto. Allí los hospitales son muy malos y tienen cucarachas. Yo quiero que me trasplanten la médula e  ir al instituto. Tengo miedo de que me rechacen y se rían de mí. Algunos amigos míos se han reído de mí: dicen que estoy gordo, que me ha salido mucho pelo, que me han salido tetas... Echan una carrera para darme envidia y yo no puedo, estoy muy débil. Bajo al parque y me siento en un banco a ver a los niños jugar y yo no puedo. No tengo fuerzas. Ya desde pequeñito, a los cinco años, yo me encontraba mal. Me cansaba, me dolía la cabeza, y  por eso suspendía en el cole, empecé a ir mal. Si me hago el transplante luego me ponen una quimio muy fuerte. Se me caerá el pelo. ¿Porqué me ha salido pelo en la cara, en las orejas? Yo antes no era así.Cuando voy por la calle y la gente me ve con mascarilla me pregunta qué me pasa y cuando se lo cuento se apartan de mí porque creen que es contagioso..."

Daved, con cuatro meses en tratamiento, es ya una enciclopedia en hematología. Me explica con precisión los valores anómalos de las analítica: "Tengo sólo 5000 hematíes por mm cuadrado cuando lo normal son 15000, y mis plaquetas siguen muy bajas. Tengo hemorragias en la nariz, tengo que avisar a mi madre cuando las tengo). Tengo muchas petequias. No me suben los neutrófilos. El médico me dice que es raro con la estimulación de médula que me han puesto... Mi amigo Antonio se ha quedado tonto. Le operaron del cerebro y se ha quedado tonto."

Y yo le cuento mil historias que se me ocurren. Le hablo, le hablo... gracias a Dios me vienen a la memoria alguna anécdotas que contarle. Le alivian. Le hacen olvidar. Le hablo de su amigo Rafa el tontolhaba que se ríe de él: esos no son amigos... le aseguro que sus compañeros de clase parecen chicos estupendos y su profe majísima... Le hablo de otros alumnos que tuve: de la increíble Carla con sus manos de cuatro dedos y su pierna ortopédica después de amputarla por un tumor; todo un carácter que, cuando se enfadaba con el médico que la operó, le exigía que le devolviera la pierna; de la pobre Juani que tiene 3 vértebras machacadas por leucemia y principio de diabetes y ahí está con sus ganas de vivir, de Alejandro que se quedó pelón pero que ahora anda bien listo para engañar a su profe de asistencia diciendo que va a beber agua cuando lo que quiere es subirse a la encimera de la cocina y alcanzar la caja de las galletas...

Él tiene miedo de que le rechacen, de que le vean como un bicho raro. A mí me parece que tiene un agradable aspecto. Hasta es guapo. Tiene  unos hermosos ojos entre azules y grises, largas pesañas, un pelo castaño lleno de reflejos dorados y, sí ahora se ve gordo, es quizás porque antes era muy delgado. A día de hoy tiene los rasgos compensados. Tendrá éxito entre las chicas, seguro. Además es comunicativo y simpático.

Ayer vió en vídeo online  los chicos de la "Planta 4º". Le gustó. Yo le había hablado de ella. Sonrió al contarme la escena "del pase" con la pierna ortopédica...

Así pasamos el resto de la sesión... Al final le propuse el juego de adivinar el número (un juego de potencias de dos que tenia preparado). Mostró un reconfortante interés. Cuando lo aprendió fue enseguida a enseñárse lo a su madre. Ya más tranquilo, me despedí deseándole suerte: mañana posiblemente le comuniquen los resultados de las útlimas punciones de médulas y de ella dependerá prolongar y aumentar la quimio, preparar el trasplante... Mientras bajaba las escaleras de su casa  deseé que esa noche descansara bien. Los últimos días apenas había dormido obsesionado con su enfermedad. La última noche le invadieron terrores nocturnos pensando en que le introducían en en la cámara del escaner...

Llego a casa triste, apenas aliviado por haber contribuído a que se relajara un momento y se animara un poco. Esta noche, antes de acostarme, rezaré una oración al Dios de los ateos por Daved.

1 comentario:

  1. Buena entrada Jesús.
    No cansarse nunca de estar aprendiendo siempre.
    Esperemos que por esa noche, nuestro protagonista pudiera soñar con los angelitos.
    ¡Feliz finde y feliz mes de Diciembre!

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