Capítulo 6: Por la noche.
La cabina de teléfono estaba en una esquina bajo la luz de una farola. Polillita descolgó el auricular e hizo una llamada al 003, información, para preguntar cómo se podía salir de la ciudad de las cosas de mentira. Se oyó un zumbido y, haciendo cosquillas en el oído, salió volando un mosquito que le saludó militarmente y le dijo:
- ¡A sus órdenes!
Cuando Polillita hubo formulado la pregunta,e ste se metió volando por el cable y buscó el camino del 003. Poco después volvió con la respuesta:
- Me han dicho que sólo puedes salir utilizando los muebles que están en la casa encantada. -Y le extendió un diminuto recibo con la factura de un euro que era lo que cobraban por la llamada.
Polillita se quedó asombrada porque no pensaba que los teléfonos funcionaran así, pero ya se estaba acostumbrando a que en esta ciudad todo funcionara de forma muy rara. Estando en esto pasó el dragón de la basura que hacía un ruido horrible con su barriga gris y olía a desperdicios y chamusquina. Echaba por las narices y las orejas un humo negro procedente de las bolsas de basura que ´ql se encargaba de comer y que quemaba con en el estómago con grandes llamaradas.
Poco después pasó un hombre muy sospechoso a todo correr que llevaba un saco de billetes de banco en las manos. Unos policías le perseguían. Le alcanzaron muy cerca de donde estaba Polillita y se pusieron enseguida a felicitarle y darle la enhorabuena por robar tan bien. Aplaudieron y le colocaron una medalla en la solapa por ser capaz de desvalijar tanto dinero y dejar a tantas personas en la ruina. Luego se fueron a celebrarlo con una buena cena porque no todos los días se encontraban los policías con ladrones tan malos que robaran tan bien.
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