Capitulo 9: La fábrica de niños
Los niños de la ciudad de las cosas de mentira eran fabricados en en la fábrica de niños que era algo distinta. Su producción era muy curiosa: en el centro de la fábrica había un horno muy grande con una caldea enorme llena de agua hirviendo. Unos señores traían melones y sandías que iban a ser las cabezas y las echaban en la olla. Después iban a por pepinos para las piernas y los brazos, higos para las orejas, aceitunas para los ojos, cabello de ángel para el pelo, berenjenas para la nariz... para los vestidos que llevarían echaban grandes hojas de lechuga y de acelgas. Por fin llamaban a la Bruja Ingeniera para que pronunciara las palabras mágicas:
"AbracadabraEntonces destapaba la olla y salía un humo verde muy caliente. Después, corriendo y alborotando, cien niños que se marchaban corriendo al campo a dar volteretas de alegría; pero recibían un tirón de orejas si se acercaban a las vacas pues al estar hechos con tanta verdura las vacas se comían a todos los que se descuidaban un poco. Polillita se asustó pues se acordó en ese momento de cuando su tía Luisa le decía: "¡Pero qué niña más rica! Empezó a sentirse mal y dejó de visitar las fábricas de la ciudad. Voló en busca de la salida pues se empezaba a cansar de ser polilla.
olla macabra,
que salgan cien niños
cuando yo te abra"
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