sábado, 30 de agosto de 2014

Grandes historias de cosas pequeñas-6: ¡Átame!


"Os presento 
a la araña de España: 
la que todo lo apaña, 
la que tiende sus redes
la  que pica y araña
y peina su tela 
como a una pestaña: 
¡Y es la caña!" 

(Con un guiño especial a Gloria Fuertes)

Paseando por el campo a primeros de agosto, tendidas sobre los arbustos que flanquean el camino, encuentro estas prodigiosas telarañas que, tras la repulsión inicial, terminan produciendo asombro.
Mucho tendrían que aprender los sesudos ingenieros de estos minúsculos animales a los que nadie enseñó nada sobre estructuras, resistencia de materiales y diseños eficaces. Si añadimos sus cualidades en la caza y los avanzados sistemas de conservación de sus presas tendríamos que otorgarla, al menos, dos títulos de ingeniería. Si tenemos en cuenta además su capacidad de fabricar y reutilizar uno de los materiales más resistentes y elásticos del mundo, deberíamos donar millones por derechos de patente. Y no es todo...

El maravilloso mundo de estos invertebrados ha sido estudiado con detenimiento por numerosos biólogos y, como en un manantial inagotable, no cesan de descubrirse aspectos interesantísimos que nos dejan boquiabiertos. 

Citaré algunas curiosidades extraídas del libro del biólogo y etólogo evolucionista R. Dawkin: 

¡Átame: sexo y seda! El deseo de copular de un macho en red ajena hace que este afronte graves peligros: cualquier araña acabará con el visitante sin problemas. Los machos utilizan estrategias variadas para llegar a copular y sobrevivir en el intento (y en numerosas ocasiones no lo consiguen). A veces preparan un paquete-regalo con una mosca dentro envuelta primorosamente en hilo de seda  y se lo ofrecen a la hembra; cuando ésta hinca el diente aprovechan para conseguirlo. Otras veces las pillan en el vestidor, indefensas, cuando cambian de muda y su cuerpo no tiene la dureza que le permite una efectiva defensa. entonces "se dejan". Otra estrategia es amansarla con buena música: los machos puntean sobre la cuerda una secuencia rítmica  que tiene la cualidad de relajar a la hembra, calmándola y permitiendo finalmente el apareamiento. El truco ¡Átame! lo usan algunos machos amarrando literalmente a la hembra con hilos (a modo de los liliputienses con Gulliver), eso le permite sobrevivir en el intento, aunque muchos etólogos piensan que en realidad forma parte de un juego (una vestigio simbólico de una vieja costumbre, pues la araña puede desatarse en cuestión de segundos si se lo propone). 
Como podéis comprobar, fascinantes estrategias eróticas compartidas entre especies...

La constructora de puentes. La construcción  de sus complejas telas obedece a patrones que, aunque instintivos, se diría que fueron diseñados por ingenieros expertos.  Todas las telas obedecen a un propósito de captuar, es decir son una trampa estática,  pues las arañas son depredadoras sedentarias. En la construcción de la tela existe una relación coste/beneficio como en muchos proyectos humanos. La tela no puede ser demasiado extensa (exceso de coste) ni demasiado pequeña (mínimo número de capturas). La seda es un material relativamente abundante en el mundo de los artrópodos (recordemos el gusano de seda con su kilómetro y medio de este material por capullo), las hormigas costureras (que cosen hojas utilizando a sus larvas -secretoras de la seda- como lanzaderas en un telar); pero las principales productoras son las arañas y curiosamente los humanos no hemos utilizado esta particularidad a nivel industrial. Aunque algunos piensan que pudieron sugerir a los humanos formidables inventos como "le cordel",  "las boleadoras", "el rappel", "la red".... 
Los avances de las arañas en tecnología de red son espectaculares: su elasticidad (pueden estirarse hasta 10 veces su longitud y recuperar suavemente su forma posteriormente, gracias a arrollamientos dentro de cuentas acuosas como las perlas de un collar), sus diferentes calidades (la araña de jardín, por ejemplo, tiene hasta 6 tipos de espitas cada una de ellas surtiendo diferentes clases de material), la pegajosidad (aparte de los pegamentos químicos, algunas usan un sistema parecido al velcro mediante hilos cribelados que peinan con sus patas)...
La necesidad de no quedarse pegadas en su propia red hace que las arañas alternen hilos secos con hilos pegajosos para poder construírla y desplazarse a por su presa (ya os informo de que los hilos radiales son hilos no pegajosos). 
El inicio de una tela comienza con el tendido de un cable inicial. La técnica va desde llevar el extremos caminando hasta lanzarse como una cometa colgada del hilo a la espera de un viento favorable. una vez iniciado el proceso nuestra ingeniera añadirá cables, retirará (comiéndoselos) los cables auxiliares, conectará y tensará hasta construir una rueda más o menos regular de unos 25 o 30 radios. En la siguiente fase construirá una red con cableado transversal girando en espiral alrededor de la tela. 

Refugio antiaéreo. 

Nuestra araña, que podemos apreciar en la parte superior de la tela de la fotografía, no es inmune a los ataques de los depredadores habituales de las arañas, por ejemplo las aves; por lo que se aloja en un túnel que además está cubierto por un porche de tela que la hace invisible desde el aire. 

El diseño de la trampa.

Cada tipo de araña ha adaptado sus telas a las diferentes presas: la telaraña en escalera de Nueva Guinea construye su red como una larga banda vertical (hasta de un metro) donde las polillas (que gracias a poder desprenderse de sus escamas escapa de los hilos pegajosos)  cae perdiendo en el descenso el polvo escamoso y siendo finalmente atrapada.La Hyptiotes fabrica una red muy esquemática (triangular y con solo radios) pero uno de ellos mantiene tensos al resto y lo sujeta la propia araña que cuando detecta una presa lo suelta comprimiéndose como gomas sobre la víctima. La Pasilobus  construye una red en ángulo bisecado por un único filamento central. Los hilos transversales tienen una unión débil que hacen que se suelten cuando una presa impacta sobre ellos quedando así suspendida del extremo fuerte como un avión de juguete que gira sobre un cordón. La  mastophora o araña boleadora construye con seda un miniboleadora con la que alcanza a sus presas y las sujeta. Esta araña atrae a las polillas macho que caputura mediante la síntesis de ferormonas muy similares a las emitidas por la polilla hembra. Otras especies, cazadoras submarinas, usan una telaraña para cubrirse con una burbuja de aire para poder respirar bajo el agua. La araña Gladiadora lleva encima su red, entre sus patas. Vigila con sus enormes ojos su entorno y en cuanto localiza un ser vivo apetitoso, le lanza la red pegajosa, como hacían los gladiadores.La telaraña de la Viuda Negra Tiene forma de cortina. Deja colgar los hilos pegajosos en vertical. Los insectos que se encuentran con esta capa de sedas pegajosas quedan atrapados y mueren bajo el efecto del picotazo de la araña.

Es pues que concedo el título de ingeniería "cum laude" a este artrópodo singular, prodigio de la naturaleza y maestro del hombre en tantas cosas. Aún sigue guardando muchos secretos, muchas patentes que intentamos desvelar para aplicarlas a campos punteros: uso militar, fabricación de hilo quirúrgico o tejidos artificiales, para huesos y tendones, micro-conductores y fibras ópticas.

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