¡Ay , Palomares del Campo,
yo sueño Campos de Mares!
Cercado de campos rojos,
salpicado de olivares,
adonde alcanzan mis ojos:
sólo almendros y encinares.
Girasoles y trigales,
pedernales, espejuelo,
duro y seco está tu suelo
con tan pocos manantiales.
¡Los campos de Palomares,
siendo tierra son altares!
Ara en el campo un tractor,
rastrilla la cosechadora,
a lo lejos un pastor
va a la tenada a esta hora.
En tu campo, tan sencillo,
se pintan las estaciones:
en verano de amarillo
y en invierno con marrones.
¡Ay, campos de Palomares,
campos blancos y lunares!
A espaldas del Montecillo
encinares y quejigos,
campos llanos, sin abrigos,
tirando a Torrejoncillo.
Carretera de la Torre,
camino de las mañanas,
ni se para ni se corre
que se camina con ganas.
¡Ay, mi pueblo, Palomares,
el mejor de los lugares!
Agua salobre en el pozo
agua corriente el Cigüela;
la del trasvase, que vuela,
agua buena que es mi gozo.
El reino del espejuelo,
del agua dura y la cal;
el mar estuvo en tu suelo
dejando sólo la sal.
¡Ay Palomares del Campo:
todo son campos sin mares!
Si te visito en agosto
la violenta luz del cielo
se estrella dura en mi rostro;
bajo los ojos al suelo.
Y en diciembre los cristales,
agudas lanzas de hielo,
los miro con el consuelo
de estar tras los ventanales.
¡Palomares, Palomares,
tus inviernos son glaciares!
Iglesia que es catedral
con museo y sacristía
casa de Dios Señorial,
hogar de la Cofradía.
La Virgen de la Cabeza
Santo Cristo de la Paz:
siempre hay gente que les reza
esa es la pura verdad.
¡La Virgen en procesión
es fiesta y es devoción!
Palpartas al desayuno,
en la comida unas gachas
que no haya dieta ni ayuno:
¡deja que coma, muchacha!
Borrachos y caldereta,
zarajos, chorizo frito,
Todo sabe a Dios bendito
y de novicia a la teta.
¡Come y bebe en Palomares;
entra sin miedo en sus bares!
Las gentes de Palomares
en la calle que es de todos
saludan a familiares
los paran de cualquier modo.
Alegría desmedida
para ocultar los pesares,
las penas, las despedidas,
los crueles despertares.
¡Las gentes de Palomares,
todas gentes familiares!
Gente en la plaza, en los bares,
en la iglesia atiborrada,
en la ofrenda alborotada,
en tus bailes populares.
Danzantes y gitanillas
galopeos en las calles
Las peñas y las vaquillas...
¡no te cortes ni te calles!
¡Las fiestas de Palomares
son fiestas muy populares!
En la larga pasarela
de la calle los paisanos
se llaman, se dan la mano,
se besa a la parentela.
Trayectos interminables:
que no puedes dar dos pasos
sin que te paren, te hablen,
o te estrechen en sus brazos.
Que ofrendas y procesiones
¡terminan en los mesones!
Danzantes y gitanillas,
galopeos y verbenas;
alajú, pastas, rosquillas,
y vino contra las penas.
alajú, pastas, rosquillas,
y vino contra las penas.
Con el vino y la cerveza
se llenan todos los bares;
si se pierde la cabeza
desafinan los cantares:
¡Lo dicen en Palomares:
cuatro huevos son dos pares!
Así se despide la gente,
amigos y familiares:
¡Que para el año siguiente
nos vemos en Palomares!
Bajo fotografía de Ángel de Antonio (al que pido permiso ya desde aquí para publicarla) escribo esta poesía dedicada al pueblo de Palomares del Campo por el que paso varias veces al año. Publicada también en otro de mis blogs (dedicado a la poesía exclusivamente), me parece oportuno incluirlo aquí. Un saludo a todos los palomareños y espero que os guste: está hecho con todo mi cariño.
ResponderEliminarVuelvo a repasar el poema
ResponderEliminary dejo otro comentario
es hora de reposar en la aldea
de los campos milenarios.