miércoles, 4 de febrero de 2015

La conquista del cielo


Todos los fenómenos políticos tienen una enorme carga semántica y a inversa: Todos los aspectos semánticos tienen una clara connotación política. En torno a aspectos semánticos se articulan eslogans, campañas, discursos, actitudes, ideología... todos ellos motores de la acción. Algunos de estos conceptos semántico-motrices están destinados a "griparse" al mínimo intento de subir de revoluciones para llevarlos a la realidad. Ya le pasó a Obama con su famoso "Yes we can" que finalmente se ha quedado en "Sí, se puede; si me dejan".

En España el novísimo y exitoso partido político Podemos ha emulado el discurso semántico, y parte de la estrategia electoral, de las campañas de Obama (idéntico lema, el optimismo, las redes sociales, el uso de la TV y los medios, las formas amables y educadas...). Pero me temo que, despojado de este disfraz semántico tan conveniente, se esconde el concepto realista de primero "podemos" y luego ya veremos: o sea, "Probemos".
Cuando dicen "podemos" realmente deberían decir "que podamos", "intentaremos" o "podríamos"... pero a la gente le cuesta conjugar el subjuntivo (con su carga de deseo e hipotética posibilidad) o el condicional (con su lista de cláusulas previas) o le entran dudas ante el presente de indicativo si el verbo no apunta a una acción resuelta directamente.

El pensamiento mágico (aquel que nos hace creer que por el simple hecho de pensar en una cosa, esta realmente ocurrirá) genera la creencia errónea de que el hecho es posible, aunque objetivamente lo veamos inalcanzable. Los hombres primitivos y los niños son los colectivos clásicos que son víctimas de esta creencia. Podemos apela así a la voluntad y al deseo como motores de un cambio inmediato. Son muchos los autores que interpretan este tipo de pensamiento como un mecanismo de defensa para enfrentarse al miedo y a la ansiedad (que, al fin y al cabo, es lo que ha provocado la crisis actual).

Quizás estas cosas las saben muy bien los dirigentes de Podemos. Procedentes del ámbito académico están sin duda familiarizados con estos fenómenos y, seguramente, los tienen bien estudiados. Que conozcan estos mecanismos no justificaría un posible engaño a la ciudadanía (Hitler también demostró agudos conocimientos sociológicos). Quiero creer que no son más que una maquiavélica forma del "buen gobierno" como justificaba el autor de "El Príncipe". Y hasta consiento que en esa conquista del cielo a la que nos empujan nos sirva para subir al menos un peldaño. Pero  manteneros alerta contra los que empiezan a correr escaleras arriba para llegar los primeros. Aupados sobre el resto, y llegados al paraíso, cerrarán la puerta al comprobar que no cabemos todos. Apuntad sus nombres, consultad las hemerotecas, revisad sus biografías, estudiad sus acciones y omisiones. Tú que corres a su lado en el ascenso a la Gloria, no disculpes sus codazos.    

No nos engañemos, ahora  mismo el que puede, puede; es el PP. Y ni siquiera...

Tic - tac - tic - tac - tic - tac ...

Y dentro de poco tiempo, posiblemente "Queremos" (El nombre desmaquillado de la formación) participe en alto grado del próximo gobierno. Entonces quizás, pueda... o no.

1 comentario:

  1. Verbos de diferentes conjugaciones aparecen en esta entrada:
    - Podar (1ª)
    - Poder (2ª)
    - Pudrir (3ª)
    Esperemos que Podemos no se pudra antes de tiempo.
    En cuanto a conquistar el cielo, parece que eso está bastante lejano. Pero quién puede predecir (3ª) el futuro.

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