miércoles, 7 de septiembre de 2016

La oveja negra

El fotógrafo imaginaba que la foto se animaba y las figuras cobraban vida. Le pareció oír que decían: 


- Beeeee... ¡Cuanto sol has debido tomar, Oveja Negra!
- Beeeeeee... ¿No te habrás equivocado de rebaño, negrata?
- ¡Bee... Bee... Veeeete de aquí! Seguro que no te has lavado!
- ¿Quieres dar la nota? ¿No ves que la mayoría de las ovejas son blancas?
- ¡Ya está aquí el Espíritu de la Contradicción! Si es que con tal de llevar la contraria...
-  ¡Este es un rebaño de blancas: aparta tu negro culo y veeeeete al cortijo de los cerdos!

Entonces se acordó de que contemplaba directamente el negativo. Positivó la foto y entonces escuchó: 


- Pero bueeeno... ¿Tanto te lavas que se te va el color? ¿No te avergüenza ir tan descolorío...?
- ¡Veeeeeeeeeete, este es un rebaño de negras! ¡Aparta tu blanco culo de aquí!
- ¿Te gusta hacerte el interesante? Veeeen aquí, Blancanieves, te voy a enseñar otro final del cuento!
- ¿No te gusta cómo somos? ¿No estamos a tu altura, Copito de Nieve? 
- Aquí huele a excremento de Blanquita...

Entonces el fotógrafo decidió fundir las dos imágenes: 


- ¡Joder, qué muermo, siempre la misma gente! ¿Es que no hay nadie original?

2 comentarios:

  1. En esta ocasión la imagen dio juego para escribir un montón de palabras.
    Con cada retoque fotográfico surgía una nueva historia.
    ¡Muy interesante!

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  2. No, a la gente no gusta que / uno tenga su propia fe / haga lo que haga es igual / todos, todos me miran mal... / Yo no pienso pues que haga ningún daño / queriendo vivir fuera del rebaño...

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