Yo había preparado concienzudamente desde hacía meses mi intervención. Tenía resumidos y preparados amplios aspectos de su vida y, especialmente, su muerte; había investigado largamente sobre su biblioteca, seleccioné cuidadosamente unos cuantos pasajes musicales de Tenergy (un grupo musical de rock progresivo que ha editado temas dedicados a personajes históricos, entre ellos Hipatia); confeccioné líneas temporales para no perderme en el bosque de fechas históricas, recopilé testimonios, realicé reseñas biográficas de los distintos personajes que la rodearon, analicé la polémica película de Ágora de Alejandro Amenábar centrada en su figura, escribí un juicio dramatizado al presunto instigador de su muerte el Patriarca y santo por la iglesia: San Cirilo de Alejandría...
Pero cuando me presenté en el pequeño estudio en el que apenas cabíamos 5 personas sentadas y dos de pie a mis espaldas, me dejaron claro que no daría tiempo siguiera a dramatizar el juicio que había previsto. Así que me limité a hablar durante algunos minutos de la vida de esta extraordinaria mujer dejando inéditos en mis apuntes multitud de datos y anécdotas que tenía preparadas. Así, sin lectura alguna, improvisando hilvané una breve biografía y dejé que el azar y las preguntas que iban surgiendo entre las chicas invitadas (reclusas del centro) fijaran los derroteros por donde discurriría mi presentación.
Aunque la charla resultó fluida, a veces interrumpida generosamente por las tertulianas (dándome ocasión de oxigenarme y encauzar el discurso), el director del centro me indicó enseguida el reloj: ¡Dios mío! -pensaba para mí mientras hablaba- ¡Sólo me quedan cinco minutos y apenas he desarrollado su juventud! Así que, rápidamente, saltando sobre el capítulo que hablaría de sus méritos científicos, de sus estudios y descubrimientos, de sus publicaciones... hablé de su muerte haciendo un resumen rápido de ese hecho de impresionante brutalidad. Tampoco pude analizar las posibles causas y los instigadores de su muerte cruel así como las consecuencias que tuvo el hecho. Todo resultaba demasiado rápido. Intenté rematar la charla lo mejor que pude. Con la música de la sintonía terminando el programa respiré aliviado: no me había aturullado, no tartamudeé ni me bloqueé, no cometía ninguna torpeza verbal destacable... y tampoco hablé mucho de Hipatia, la verdad.
Para ser mi primera intervención radiofónica en la vida, no salió demasiado mal. Pero me quedó la sensación de que la radio obligaba a una desagradable frivolidad. Las prisas, el querer mostrar a toda máquina cosas interesantes, curiosas, divertidas... obligaban a pasar por alto muchas cosas importantes. La radio no es, desde luego, el lugar de las horas serenas que a mí me satisfacen.
(Puesto que los resúmenes y los materiales están ya elaborados, los dejo a disposición del que quiera descargarlos. No son tan completos como otros muchos en los que se basa, pero quizá puedan ayudar a más de uno)
(Materiales para un programa radiofónico sobre Mujeres en la Historia)
AGORA la película.doc
Algunos personajes.doc
Biografía de Hypatia.doc
Consecuencias de su muerte.doc
HIPATIA cómic.pdf
Juicio a Cirilo.doc
La biblioteca de Alejandría.doc
Línea de tiempo.doc
MÚSICA Hypatia de Telergy.doc
Preguntas y respuestas.doc
* El autor del blog ha utilizado y recopilado citas y textos de muchos autores que no aparecen citados, pero son todos ellos accesibles en la red. Las principales fuentes son textos históricos aunque también hay aportaciones obtenidas de monografías, wikipedia, etc. Siento no poder citar a todas ellas. Los dibujos corresponden a un cómic de Daniela Andrea Mohina, ingeniera en diseño gráfico.
"Reserva tu derecho a pensar, porque es preferible pensar erróneamente que no pensar en absoluto"
ResponderEliminarEsto lo dijo Hypatia, la admirable mujer, la inigualable maestra, la competente científica, el ejemplo de tolerancia, la mente curiosa y abierta a la razón... Mártir por la Iglesia, pero no al uso que nos tienen acostumbrados los aantos, en este caso un santo (San Cirilo) tuvo buena parte de culpa.
"Reserva tu derecho a pensar, porque es preferible pensar erróneamente que no pensar en absoluto"
ResponderEliminarEsto lo dijo Hypatia, la admirable mujer, la inigualable maestra, la competente científica, el ejemplo de tolerancia, la mente curiosa y abierta a la razón... Mártir por la Iglesia, pero no al uso que nos tienen acostumbrados los aantos, en este caso un santo (San Cirilo) tuvo buena parte de culpa.