martes, 22 de mayo de 2012

(Eurogénesis, 18.16-33)


Y habitaba en La Nación y sus Autonomías una casta de hombres mentirosos, sin escrúpulos ,que se lucraban haciendo el mal a sus semejantes desde su posición de jefes y poderosos:
Y Jehová hablaba con el Ciudadano preocupado.
Entonces Jehová le dijo: 
- Por cuanto el clamor contra el gobierno de España y sus Autonomías se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo, descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.
Pero el Ciudadano estaba aún delante de Jehová.
Y se acercó el Ciudadano y dijo:
- ¿Destruirás también al justo con el impío? Quizá haya cincuenta justos dentro de la Nación, hombres santos que dicen la verdad y habitan entre los otros: ¿Destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?
Entonces respondió Jehová:
- Si hallare en La Nación cincuenta justos dentro de la política, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.
 Y el Ciudadano replicó y dijo:
- He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza, simple ciudadano, sólo un uno en las urnas. Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿Destruirás por aquellos cinco toda la Nación? 
Y dijo: - No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.
Y volvió a hablarle, y dijo: - Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta.
Y dijo: - No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. 
Y respondió: - No lo haré si hallare allí treinta.
Y dijo: - He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. 
- No la destruiré, respondió, por amor a los veinte.
Y volvió a decir: - No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.

Y el Ciudadano marchó buscó en la Nación los diez hombres justos. Estudió las palabras de Rajoy, el gran Caudillo, y comprobó que había mentido, investigó en las vidas de los jefes menores (el seráfico Camps, le risueña Esperanza...) y se dio cuenta de que mentían y robaban, buscó entre sus jueces y el mayor de ellos estaba en viajes de placer, buscó entre sus líderes femeninas, quizás la belleza fuera bondad, y sólo halló mentiras sin remordimiento...

Apesadumbrado el Ciudadano comprendió que el desastre estaba a punto de consumarse.

(Eurogénesis, 18.16-33)

2 comentarios:

  1. Mi profesor de latín decía que el fin del mundo estaría próximo cuando sucedieran cosas inauditas, refiriéndose irónicamente a la sorpresa que le provocaba ver que los alumnos hacian bien las traducciones... viendo la evolución política y social actual, me viene a menudo su frase a la memoria.

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  2. Espero que las "cosas inauditas" no sean que los políticos hagan las cosas bien porque si entonces llega el fin del mundo "Virgencita, Virgencita, que me quede cómo estoy!"

    Más bien será al contrario. Cuando ya no queden siquiera cinco justos... De momento ya somo dos (¡qué presunción por mi parte!), Busca, busca, que nos llegan meteoritos del cielo dentro de nada...

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