Domingo, 13 de mayo de 2012. Puerta del Sol, Madrid. 13:00
El sol aprieta en la plaza. La sombra vertical delata el mediodía. En ese momento apenas hay 40 personas frente al responsable de presentar la asamblea. Éste desgrana las actividades que se están realizando con calma. En las más emblemáticas plazas de Madrid se realizan ahora asambleas y cada una de ellas tiene asignado un tema. Aquí se debatirá sobre economía (el plato fuerte pienso para mí...). A su espalda, alineados a la sombra de la fachada principal de la Casa de Correos, no menos de 8 furgones policiales esperan con su dotación lista para una posible intervención. En otro costado de la critalera de acceso al metro otro grupo organiza una improvisada intendencia. Un joven resuelto responde ante las cámaras de una TV internacional. Subidos en el borde de la fuente algunos cámaras filman a los congregados...
Yo vengo por la calle Carretas, tras visitar El Rastro. Me queda media hora antes de quedar con Charo, mi mujer, y siento curiosidad por visitar a los congregados del 15M. Decepciona un poco ver a tan pocos. Quizás sea la hora, o el sol que cae a plomo sobre el empedrado... Ayer se reunieron varios miles. Su foto aparecía en los periódicos cubriendo de animación toda la superficie de la plaza. Los organizadores parecen no inmutarse; parecen atenerse a un guión escrito desde el principio del mundo "Ningún fracaso es eterno, todo éxito es pasajero.". Parecen cumplir su cometido como gotas en la corriente que saben que la roca acabará cediendo. Me ofrecen un paraguas, pero rehúso; tengo que acudir a la puerta del Corte Inglés a esperar a Charo. Mientras espero, apoyado en la parez del cruce de Preciados con Tetuán veo las animadas mesas de Casa Labra con su bacalo rebozao y sus croquetas. Yo me contento con una cerveza de lata comprada en un pequeño comercio más abajo: 0,8 euros. En ese momento se concentra un pequeño grupo frente a la puerta. Uno de ellos desnudo al parecer bajo un liviano mono de papel, otro llega con su bici, otro -más pesado- despliega un taburete portátil y se sienta. Alguno mira alrededor como estudiando la situación, acaso comprobando vías de escape o inentando descubrir si álguien se enfrentará con ellos...
Se sientan en corro. Un corro pequeño de unas 8 personas. Reparten algunos papeles y comienzan a intervenir en una prevista asamblea con voz traquila y apaciguadora. Sujetan un pequeño altavoz de mano mientras apoyan su disertación en algunos papeles impresos procedentes, parece, de alguna de las web en que colaboran. Están planteando una huelga de consumo responsable (muy propia enfrente del más céntrico edificio del Corte Inglés). Van desgranando razones, estudios, planes... No hay ni un gramo de exasperación. Nada de tonos mitineros. Son intervenciones relajadas, casi cansinas...
La gente circula. Todos miran. Algunos se quedan un rato a curiosear. Yo hacer rato que me senté, pero en mi caso apoyando la espalda en la pared y en un discreto segundo plano. Un transeunte se acerca y le susurra a quien está en uso de la palabra que "lo que hay que hacer es trabajar". Tranquilamente le razonan que "ellos ahora están trabajando", están trabajando para mejorar esto... y le piden un respeto. Yo me indigno de forma más visceral y le replico que "es domingo", "estamos aquí como tú", añado, "en nuestro tiempo libre..."; no estamos ociosos el resto de los días precisamente...
El individuo no responde y se queda aún un momento desafiante.
Charo sale ya. Yo le hablo de la huelga de consumo, de lo estudiada que la tienen, de que esa actitud también es la mía que apenas piso el Corte Inglés por convicción personal...
Y ella, como si no me hubiera oído: "He comprado una camisa y un bolso. Me he probado un montón de cosas. ¿Vamos a comer a la Finca de Susana? "

Esta noticia te la puedes tomar de diferentes formas. Con indignación, con tristeza, con calor... o quizás con la letra de alguna conocidad canción:
ResponderEliminar"Cuando calienta el sol allá en la playa...", ah¡ perdona que estamos en Madrid, "aquí no hay playa", o ya que nos ponemos "no te olvides la toalla cuando vayas a la playa"
Mira, Manuel, no es una noticia... Es una pequeña experiencia de domingo donde, aprovechando una visita al Rastro y la espera a Charo, mi mujer, que siempre acaba en el Corte Inglés (su santuario) hago crítica corrosiva e irónica a todo (15M, mis ideales perdidos, el consumismo...). Lo de "A pleno Sol" es un juego de palabras, pero lo que realmente quema es nuestras actitudes ante lo que pasa:
ResponderEliminarLa de los del 15 M que trato de interpretar brevemente (describiendo el breve contacto con ellos), la mía propia (mis viejos ideales de juventud, la de la gente que tiene la pócima mágica y cree que los demás son tontos("hay que trabajar" ... ¡Ya quiséramos! la de una sociedad aburguesada (mi mujer)... y todo ello trufado con la fina ironía de la respuesta final de mi mujer:¿Vamos a comer...?, en fin, que le importa un comino...