lunes, 26 de noviembre de 2012

Microrrelato macrométrico

Andaba esos días dedicado a participar en alguno de los muchos concursos de microrrelatos que se publican en la red. Puse empeño en algunos de ellos y escribí algunos con la vana ilusión de que acaso ganaría. Vanidad de vanidades, nada gané. Así, pues, os los ofrezco... Son poco académicos, como este metamicrorrelato en 100 palabras, que ironiza sobre su reducida cota de vocablos.

 
- ¡Esternocleidomastoideo!... ¡supercalifragilísticoespialidoso!... ¡Se van a enterar...! ¡Cien palabras, menudo textito de mierda! Sortearé su forzado constreñimiento.  Desacostumbradamente diseñaré configuración extendida. Centrifugaré desproporcionadamente los caracteres, resultando un Frankenstein literario: microrrelato macrométrico. Contra anorexia digital, hipercolesterolemia literal.

Porque extirpar  vocablos me horroriza más que la mismísima hexakosioihexekontahexafobia;  pareciéndome que los microrrelatos son fórmulas castradoras de la creatividad como los progestágenos anticonceptivos de ciclopentanoperhidrofenantreno lo son de la fertilidad. Responsabilízome así de una contrarrevolucionaria  redacción con sobreabundantes hiperpalabras. Vacuna será contra la hipopotomonstrosesquipedaliofobia.

Desconsoladamente remato esta desproporcionadísima producción literaria. Finaliza con electroencefalografía plana del autor, extenuación del lector y desquiciamiento del linotipista.

 Jesús Marcial Grande Gutiérrez

2 comentarios:

  1. ¡Vaya tela!. No me extraña que el hombrecillo de la imagen se haya quedado minimizado ante los vocablos del micro-macro-relato.
    Busco alguna larga palabra para terminar mi comentario.
    Rindfleischetikettierungsüberwachungsa… es, oficialmente, la palabra alemana más larga, compuesta por 63 caracteres.

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  2. Bien dicho

    (microcomentario)

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