Casualidad o elección, el lugar de la foto es revelador: el Matadero. Uno se pregunta el porqué se reúnen allí, cuál es el motivo de presentar esa pose escolar (con bancos a diferentes alturas) y cara de buenos chicos, tan normales ellos.
Los colegas reunidos al dictado de las consignas de la banda parea escenificar su pretendida dignidad de héroes sacrificados, su orgullo de asesinos, su pose de inocencia en la foto de la vergüenza. ¡Desconfiad de quienes alardean de la muerte de otro ser humano!
Yo os siento encorvados , intentando soportar el peso de 300 asesinatos sobre vuestras espaldas.
Veo risas sarcásticas en los rostros dignos y serios, noto pistolas en los bolsillos y siento dedos nerviosos acariciando gatillos tras los brazos cruzados.
Percibo una cruel falsedad en esa escenografía de rojo mantel revolucionario, txapelas, cazadoras y bufandas, camisas y micrófono único.
Salieron de una prisión, volaron libres. Pero yo los veo presos en una cárcel interior de la que no saben cómo escapar.
Esta obra de Jesús Marcial Grande Gutiérrez está bajo una
Había un refrán que decía:
ResponderEliminar"las apariencias engañan"
Pero en esta ocasión las pintas que tienen lo dicen todo y no solo por su vestimenta, que cada uno es libre de vestir como quiera, si no por su gesto despectivo e indiferente hacia la muerte.