domingo, 19 de octubre de 2014

Los dones negados


"Los homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer" Esta frase, extraída del Sínodo extraordinario de los obispos sobre la familia que hoy termina, representa una auténtica revolución en el pensamiento vaticano y un revulsivo contundente en las conciencias de muchos cristianos que pensaban, apoyados por la doctrina de sus pastores, que el sexo homosexual estaba "intrínsecamente trastornado". La Iglesia se pregunta ahora si está dispuesta a darlos la bienvenida a su seno "aceptando y valorando su orientación sexual sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio".
Los obispos reiteraron que el casamiento homosexual está fuera de cuestión. Sin embargo, admitieron que las sociedades entre homosexuales tenían su mérito. Sería suicida negarlo pues, gran parte de sus cuadros pastorales son sociedades de personas del mismo sexo. Dentro de un monasterio o un convento se da una relación intensa entre personas del mismo sexo que abarca la comunicación, el cuidado, la formación, el afecto, el trabajo... Si descontamos el ejercicio de las caricias eróticas o el hecho de dormir juntos, el resto se parece mucho a una relación homosexual; luego tan contranatura no será. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?" -nos dice el Papa Francisco.

Bueno será destacarlo pues nuestra sociedad es profundamente homófoba. La persecución al homosexual, el intento de "curarlo", la "reeducación" forzosa; son las actitudes predominantes aún. "Sobre gustos no hay nada escrito" -dice el conocido refrán y, estoy seguro de que todos lo hemos empleado alguna vez. Pero cuando se trata del "gusto sexual" sí hay mucho escrito: volúmenes enteros de una doctrina plagada de normas inamovibles, inmisericordes, taxativas.

Ayer mismo asistí a un espectáculo de travestismo. Me pareció curioso que, aparentemente, se acepta mucho mejor al travesti, al mariquita declarado, a la "loca" exagerada que al gay discreto o al invertido indeciso... Todos querían hacerse una foto con aquella afeminada tan maquillada, incluso le demandaban un beso... quizás porque sabían que el extremo se aleja lo suficiente de sus propias inseguridades al respecto como para temerlo.

Nuestras tendencias sexuales, si bien dirigidas por un poderosa biología y unos modelos sociales muy directivos, obedecen también a otros factores. A lo largo de la vida surgen conflictos, traumas, experiencias diversas u otros modelos que pueden alterar estas tendencias comunes. Lo que al final lleguemos a ser no nos debe privar de nuestra condición de persona y como tal respetable. Todos tenemos cualidades y dones que ofrecer a los demás.

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