lunes, 20 de octubre de 2014

Esas calles que no se callan

Ayer, recorriendo una de las etapas del Camino de Santiago de la Lana, nos topamos por sorpresa con el provocador nombre de una de las calles del municipio de Cifuentes, a mitad de nuestra etapa. La placa de la calle del Cristo de la Repolla hizo que nos paráramos extrañados y sacáramos nuestros móviles para fotografiar esa placa con leyenda, de apariencia irreverente, que nos invitó a investigar su origen. Luego en casa, y para completar la entrada, he buscado algunos nombres curiosos más de calles que cruzan nuestros municipios y que, por sorprendentes, merecen un hueco en nuestro capítulo de curiosidades.

Calle del Cristo de la Repolla


Son muchas las páginas en internet que recogen este curioso nombre. El ayuntamiento de Cifuentes nos proporciona información sobre dos posibles orígenes de este nombre. Uno hace referencia a un mendigo que, tras llamar la casa de una familia muy humilde recibe una polla como limosna. Al día siguiente, de forma milagrosa, en su corral aparecieron dos pollas además de un cristo tallado sobre madera: el cristo de la repolla.
Existe otra versión, menos milagrera, que adjudica el origen de esta palabra a un vocablo medieval transformado en la actualidad y ligado al gremio de los horneros: “la poya”.
“El horno de pan cocer” era un servicio común utilizado por los vecinos y regentado por el hornero que cobraba a los vecinos por cocer el pan, lo que se llamaba “la poya”, que consistía en un tanto por ciento del peso de la masa que cada vecino llevaba a cocer. Con el producto de “la poya”, el hornero cocía dicha masa haciendo pan para venderlo a los vecinos que no amasaban, y así obtener un jornal.
“La repoya o repolla”, quizás se explique por el hecho de que, al igual que el hornero que cobraba por la cocción del pan, el molinero debía apartar, también, un porcentaje de la molienda. En consecuencia, el vecino contribuía doblemente para la obtención de su pan: ñe cobraban la “repolla”
Así que os ofrezco la posibilidad de conocer de forma virtual la calle del Cristo de la Repolla mediante un paseo con google street y os añado de propina un trampantojo ("tarmpa al ojo") del vecino pueblo de Moranchón, realista pintura que semeja un horno de pan de aquellos donde se cobraba la repolla.

Trampantojo de Asun, pintora local en Moranchón. 


Calle Gibraltar español

Si el caso de la calle del Cristo de la Repolla es único, no ocurre lo mismo con algunos otros nombres curiosos como este: al menos cinco localidades: Almería, Torrijos, Consuegra, Alcázar de San Juan y Torredelcampo comparten nombre para una de sus calles en este binomio reivindicativo.

Calle Rúe del Percebe, 13

Hay quienes comparan la popular serie televisiva “Aquí no hay quien viva” con lo que fue, en el mundo del TBO la Rúe del Percebe, 13; y, la verdad, es que pienso que el marco general se presta a ello, sin embargo hay quienes se enfadan muchísimo con esta equiparación. Para estos últimos, la serie televisiva, sin desmerecerla, no resiste comparación ni en calidad, ni en humor, ni en mala leche ni en nada de nada.
Pues bien, hay un ayuntamiento, el de Rivas que, a fuerza de tener que bautizar muchas calles en poco tiempo y esforzándose en ser original eligió el título de esta popular página de viñetas para una de sus calles. Lo cual no no está más en sí mismo, excepto quizás, para quien viva en el número 13 al que (seguramente sin preguntarle) le tocó la china. Espero que tanga buen humor y no se tome a mal el habitar la dirección real de la más famosa casa de los líos de la historia del cómic español. Pienso yo: ¿Tendría derecho a reclamar al ayuntamiento el cambio de nombre de su calle alegando derecho al honor?
Lo mejor de la original Rúe del Percebe en TBO era la gran colección de protagonistas que había y que podríamos clasificar en dos grupos: Por un lado los caraduras, como la dueña de la pensión que siempre se aprovecha de sus inquilinos, el propietario del colmado siempre dispuesto a estafar a sus clientes o el moroso que vive en la azotea. Por el otro los ineptos, como el vecino ladrón que siempre roba cosas inservibles o que se confunde en sus hurtos o el veterinario que siempre hace chapuzas al tratar a los animales. Todos ellos vigilados por la portera, claro está.




Calle de Salsipuedes (Arganda del Rey)

Hasta 48 veces repetido en el nomenclator de las poblaciones españolas, este nombre compuesto con toques de humor y advertencia presenta siempre calles estrechas o laberínticas, sin salida, cuesta abajo o quizás oscuras. En el caso que os presento está situada en Arganda del Rey y la conozco bien pues trabajé un tipo en una casa de la misma. La calle se se inicia con una acusada cuesta. También conozco alguna más como la homónima en Saldaña (Palencia).

Calle del Cristo de la Repolla (Cifuentes – Guadalajara)


Gibraltar Español (Almería)


Calle Rúe del Percebe 13 (Rivas-Vaciamadrid – Madrid)


Salsipuedes (Arganda del Rey)


No hay comentarios:

Publicar un comentario