domingo, 27 de noviembre de 2016

Una palabra por mil imágenes 32: Muerte

"Y cuando el Cordero rompió el séptimo sello del rollo, hubo silencio en el cielo durante una media hora." 

Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.
El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.
El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida.
El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella,ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas.Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.
El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.
 En la Tierra, junto al mar, el caballero cruzado tiende su tablero. Un desconocido se le acerca...
- Quién ere?
- La Muerte.

La peste bubónica (La Muerte Negra), asoló el continente europeo entre los años 1346 y 1361, matando a un tercio de la población. El los años anteriores, desde su inicio en las estepas de Asia Central,  había devastado extensas regiones del desierto de Gobi, Birmania, India y China. Las cifras de muertos estimadas resultan sobrecogedoras: 25 millones en Europa, 60 millones en África y Asia. De esta epidemia no se salvaron reyes, nobles, clérigos o soldados. Las pulgas (presuntos portadores del bacilo Yersinia pestis, causante de las infecciones) viajaban entre la ropa de gentes de toda condición. Antonius Block, un caballero cruzado, regresa que regresaba con su escudero Jöns después de guerrear en Tierra Santa era uno de los candidatos.

El gran guionista y director teatral y cinematográfico Igmar Bergman, nos regaló una obra maestra cuando dirigió esta película. Las imágenes precedentes corresponden al inicio del film y en ellas, con una economía de medios y una simbología admirables, nos presenta la visita de La Muerte a un caballero cruzado. Éste logra retrasar su destino retando a La Parca a una partida de ajedrez. Pero el Jaque Mate final será inexorable. Entre tanto intentará dar sentido a su vida en medio de un paisaje poblado por personajes desolados y rodeados de circunstancias apocalípticas: condenados a la hoguera, flagelantes y muertos por la peste se intercalan en las sucesivas sesiones de la partida del caballero con La Muerte. Tras el regreso a su castillo se materializará el previsible desenlace del lance ajedrecístico.  

Los críticos consideran a esta película como un gran clásico del cine universal. El film contiene escenas que se han convertido en icono del séptimo arte (la que presentamos es una de ellas). La cinta fue uno de las primeras en explorar el sentido y las posibilidades de la fe en una época de catástrofes (hay quién la extrapola  a una era post-Holocausto, tras una guerra nuclear). Con ella inicia Bergman, un director profundamente religiosos, "su círculo de películas que tratan con dilema el tema de la fe religiosa".

Yo, desde la oscuridad de la sala de un cineclub en Tuy, asistí hace cincuenta años fascinado a esta partida perdida de antemano entre el inquietante personaje de la Muerte y el atormentado caballero. Cada vez veo mi tablero más cerca. Cualquier días recibiré a un oponente extraño vestido de negro, portador de guadaña, que tomándome de la mano me invite a una extraña danza. 


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