La flor del almendro, la gota de nieve, viste las ramas del árbol anunciando con sus copos florales la primavera. Es el milagro de las flores precediendo a las hojas, del vestido blanco que dará paso al verde en la cercana primavera. Maravilla contemplar esta petalosa nevada cubriendo las ramas desnudas apenas una semana antes.
El almendro, árbol del amor, es el protagonista de historias muy hermosas. Rara es la cultura que no cuente la historia de una hermosa reina, nacida en lejanas y frías tierras, que añora nostálgica sus montañas nevadas. Y siempre hay algún solícito rey que decide sembrar los campos de miles de almendros que, en una hermosa mañana de febrero, regalarán a su amada el virginal espectáculo de la nieve en flor.
En el lejano oriente las almas sensibles de artistas, de pintores y poetas, no podían sustraerse de reflejar la belleza de los almendros en flor. En los cuadros, en los haikus, con el Fujiyama al fondo, en el delicado jardín japonés... las estampas de almendros florecidos son irrenunciables en sus composiciones.
Incluso en el los textos sagrados de la Biblia, en el Éxodo, se describe el candelabro sagrado aludiendo a la forma de la flor del almendro.
Y no solo por sus colores sino por su olor dulce y fragante, por su incontable florescencia, por su forma delicada y efímera, por su bella simetría, por la facilidad con que sus pétalos se desprenden como leves mariposas blancas, por su tacto fresco y húmedo, por su amistad con el rocío... eres mi flor preferida: representas la victoria de la humildad multiplicada, de la potencia de la sencillez, eres el triunfo de las pequeñas cosas bellas.
Almendros en flor,
ResponderEliminararomas de febrero,
bella blancura.
Precioso!
ResponderEliminarPor aquí cerca, creo que no hay....es una lástima.
=)))
El almendro es el árbol de los suelos pobres, de los climas duros... Capricho de los árabes y vecinos del desierto. Crece donde no lo hacen otros, resiste heladas devastadoras, despierta a las abejas de su letargo invernal con su dulce aroma y llena los cielos de trinos de colores y de blancas notas musicales... Sobre ellos declara su amor el gorrión, canta el jilguero, zumba la abeja laboriosa... Es un árbol increíble. Y, al final del verano el almendruco, despojado de su grueso manto verde, guarda para ti, en su pequeño cofre de madera, el tesoro de un fruto riquísimos que participa del secreto de dulces antiquísimos, de recetas árabes que nos legaron el alajú, el guirlache, la almendra garrapiñada, el turrón...
ResponderEliminarGracias, almendro, hasta tu nombre tiene resonancias orientales, y teje en el pentagrama de sus sonoros fonemas una melodía hermosa.
Creo que tiene que ser un lugar alto, por acá diríamos que en la sierra y yo vivo en la antesala del infierno que es bajo el nivel del mar...
EliminarHay pueblos enterrados
ResponderEliminarJardines solitarios
Donde ya nunca mas
Pasea el rey
Estatuas a caballo
Retratos de familia
Hundidos en el barro
Hay usos y maneras
Que han sido desterrados
Guardados en el fondo
De un cajon
Pero aun asi
Las puertas del infierno
Se han abierto
Y desde alli
Los vivos se confunden
Con los muertos
Los pasos que llevaban
A los pies del cadalso
Ya no seran contados
Los hijos que nacieron
Fuera de vuestro manto
Ya no seran bastardos
Nunca mas
Pero aun asi
Las puertas del infierno
Se han abierto
Y desde alli
Los vivos se confunden
Con los muertos
Pero aun asi
Las puertas del infierno
Se han abierto
Y desde alli
Los vivos se confunden
Con los muertos
("Las Puertas del Infierno", Amaral)
Anda! mira eso....a lo mejor estoy muerta y no me he enterado! :P
Eliminar=)))