martes, 1 de febrero de 2011

Efecto mariposa

Estimulante (aunque terrible) resulta que, la acción desesperada de un joven vendedor ambulante que decide inmolarse con un suicidio a lo bonzo, haya originado este vendaval liberador; primero en Túnez, luego en Egipto y después ya veremos dónde acaba.

Infunde ánimos saber que nuestros gestos desesperados, casi anónimos, pueden tener tamaña trascendencia: ¡Lo que hacemos sirve para algo! Esa rebelión contra el destino, esa negación del determinismo ("Está ecrito") nos insufla confianza en nosotros mismos y nos hace ver el valor de cada individuo por insignificante que parezca.

Mohamed Bouazizi, ha logrado, sin proponérselo desencadenar un efecto dominó sobre el tablero global.  El factor multiplicador de las redes sociales ha hecho tambalear y derribar dos dictaduras firmemente asentadas y apoyadas por imperios tan poderosos como EEUU o Europa. Ahora, en estas naciones, se preguntan estupefactos ¿Cómo ha podido suceder esto? ¡La que ha montado un vendedor de fruta...!

No me queda sino dedicar esta breve canción inglesa adaptada a los curiosos sucesos  actuales como homenaje al joven Bouazizi. Demostración realista de la teoría del Caos, donde en las aguas revueltas de una dictadura corrupta se ha producido la multiplicación de los panes y los peces de la libertad:


Por un permiso se perdió un carrito
sin el carrito se perdió una esperanza
sin la esperanza se perdió la vida

Por una vida se agitaron las conciencias
por su conciencia se fugó un dictador
sin el dictador se liberó un país.
Por ese país se tambaleó el vecino
por el vecino temblaron los demás...

¿Cómo acabará?

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