"Porque yo creé a Dios a mi imagen y semejanza pude blasfemar. Porque en el principio fue el verbo y la palabra modeló el mundo pude mentir. Porque los sonidos que escuché y luego comprendí y luego hablé se transmutaron en mi cabeza con la alquimia del pensamiento pude crearte y destruirte. Porque caminé por las calles de Babel, escribí en las tablillas de Asur, esculpí en el obelisco de Luxor, froté la pluma en los pergaminos de la abadía; puedo legislar tu pensamiento.
Yo me llamo Lengua y soy Nívola, barro del Edén, Argé de tus pensamientos, código encantado, sueño compartido, semánticos arpegios…
Y tú eres Lengua: cazadora de mi verbo, diana de mis flechas, camino y meta, espejo y mirada, río y manantial…
Y ambos nos reconocemos y amamos. Y de nuestra cópula naden hijos que crean sus dioses y blasfeman, palabras que modelan y mienten, pensamientos que crean y destruyen…"

No hay comentarios:
Publicar un comentario