martes, 14 de agosto de 2012

No se puede respirar, está todo lleno de derrota...



Quita el fútbol, liberaliza el precio del pan y ya no tendendremos ni siquiera el binomio mágico de los césares de Roma para contentar y engañar al pueblo... porque a España le falta muy poco para estallar en una nueva crisis: la de la derrota, la del llanto.

He pasado las vacaciones asustándome a diario con noticias sobre rescates, recortes y reformas. La triple "RE" me ha perseguido hasta LesBrenet, en Suiza, donde lo que habitualmente para mí es un relajante vistazo a los periódicos se ha convertido en congoja y sobresalto diario. Se me oprimía el corazón cada mañana al ver el rostro tenso de nuestros gobernantes hablando de lo que les disgusta hacer lo que hacen, lo inesperado de lo que esperaban, lo inevitable de lo negado, lo inviable de lo prometido: ¡Pardiez, nunca vi tantas contradiciones juntas! No soporto este juego crispante de la antonimia en su discurso, no admito sus rebuscados eufemismos, su altiva soberbia... Me enfado con mis compatriotas por dar carta blanca con sus votos a este presidente que, sobre reírse del autoproclamado optimismo antropológico de su predecesor, se apunta al pesimismo conformista.

Envidia y rabia he sentido al visitar las helvéticas capitales de cantón y ver sus ciudadanos relajados, satisfechos y narcisistas. Sus habitantes se sienten seguros en su castillo de marfil financiaro, sustentado con dineros evadidos, fondos ocultos, capitales blanqueados... en este Galápagos de filibusteros de las finanzas internacionales nadie duerme mal por problemas de conciencia, entierran sus tesoros (no bajo los bancos de arena, sino bajo la arena de sus bancos) y te entregan un mapa, que sólo cada pirata puede leer... o acaso haya otros piratas más avispados, manejando bajeles de alta tecnología que descubran la existencia de aquellos tesoros y vendan su información a los gobiernos... Dice el refrán que "quién roba a un ladrón tiene cien años de perdón", pero yo no me fiaría...    Hervé Falciani, el programador que robó y facilitó miles de ficheros de evasores fiscales puede acabar en un oscuro calabozo de estas islas Galápagos actuales entregado precisamente por los gobiernos a quienes ayudó. Nuestra anfitriona en el país helvético, no dudaba en animarnos a "evadir" a Suiza  nuestros posibles ahorros (sonrío al usar el adjetivo"posibles") ante los preocupantes rumores de un corralito financiero en España. Es un hecho, al fin y alcabo, que muchos lo están haciendo ya.

Y aún no ha llegado septiembre. Porque cuando comience el nuevo curso escolar caerán a plomo sobre nuestros hombros el peso de las reformas prometidas, nos oprimirán los pulmones hasta no dejarnos respirar y España entera entrará en una apnea financiera que le llevará al colapso. El país será ingresado de urgencia en la unidad de cuidados intensivos del hospital europeo aquejado de anemia crediticia. Y ya no quedará plasma monetario alguno para transfusiones: por culpa de los recortes habrá sido privatizado.

2 comentarios:

  1. Ya echaba en falta tus noticias pero me alegro de que sigas al pie del cañón. Parece ser que no corren buenos vientos por nuestro país y es cierto que el aire está irrespirable.El paraiso suizo es otra historia, hace muchos años que estuve allí y recuerdo la limpieza de las ciudades, la tranquilidad y relajación que se respiraban por sus calles. La cosa está muy mal y en septiembre no sabemos como empezará el próximo curso escolar pero cuando llegue el momento... "Dios nos pille confesados".

    ResponderEliminar
  2. Yo aún no robo, ni hiero... pero si se rompe la baraja social... no respondo... "Homo sum; humani nihil a me alienum puto."

    ResponderEliminar