Murió Manolo Escobar. El hecho, ineludible, había de producirse algún día; pero ya habíamos olvidado que, pese a la imagen que muestran sus fotografías públicas, tan alegre y vitalista; tenía fecha de caducidad.
Setenta y dos millones de discos vendidos no es moco de pavo.Cincuenta años en los escenarios, ochenta discos publicados (veinticuatro de de oro) y una casete de platino, tampoco. Manolo, nunca fue santo de mi devoción: Su repetida sonrisa de dentífrico me parecía artificial; sus temas intrascendentes, tópicos y vulgares; su forma de cantar, acaramelada y pueblerina; Sus películas sosas y aburridas. Pero, evidentemente, debía tener cualidades que yo no sabía apreciar: por ejemplo era el ídolo de mi tío Joaquín, que compró el primer casete de la familia solo para poder escuchar sus cintas; popularizó el "porompompero" que incluso yo he cantado a voz en grito (eso sí, intentando una segunda voz tirando por los agudos en el estribillo); también me desgañité -como todos por entonces- con el patriótico "Y Viva España" en momentos de camaradería y euforia... Ante logros semejantes, no queda más remedio que descubrirse y reconocer que seguramente son justas la infinidad de medallas y premios que consiguió en sus 82 años de vida.
Sin embargo, al escuchar hoy en las noticias su fallecimiento, lo primero que se me ha ocurrido es correr a buscar mis viejos LPs que no había tocado, ¡lo juro!, desde hace más de 20 años. Cogí cuantos pude abarcar en mi mano de la polvorienta estantería y, pasando una a una las viejas fundas contra mi pecho enseguida apareció: ¡Aún estaba ahí! El disco "Suspiros de España", perfectamente conservado, apareció ante mí!. Era un ejemplar único, de coleccionista, pues no he encontrado en ninguna parte esa versión y voy a explicar porqué.
Yo había oído algunas vez la historia de algún disco fallido, esas obras publicadas ingenuamente un día y que se tornan malditas con el paso de los años. Es conocido un primitivo disco de Víctor Manuel en el que homenajeba a Franco (El cantante trató, con ayuda de sus amigos, de comprar y destruir todos los ejemplares del mercado, años después). Esos discos que "jamás debieron haberse grabado" existen...
"Sonrisas de España" , comercializado por RCA en 1987, recopila una serie de colaboraciones de varios artistas del momento con Manolo Escobar. Se trata de cantantes tan conocidos como: Serrat, Chiquetete, Rocío Durcal, el Dúo Dinámico, Julio Iglesias y Rocío Jurado. En él Manolo canta a dúo con ellos alguno de sus temas más exitosos en el momento. La idea es buena, pero las grabaciones debieron resultar un tanto improvisadas pues, escuchando el disco que poseo, se aprecia que Manolo desafina increíblemente en varios temas. Sólo pudieron ser las prisas o la incompetencia del técnico de sonido las causas de que iniciaran su producción, grabaran miles de ejemplares y se dispusieran a lanzarlos al mercado con un sonido pésimo. Alguien debió advertir a tiempo el desaguisado y ordenó la total destrucción de aquellos vinilos comprometedores. Así que fueron trasladados desde los estudios al vertedero de Valdemingómez donde el conductor debía esperar vigilando hadta que las enormes pinzas del pulpo del molino de la basura los destrozaran. Pero no se les ocurrió imaginar que los empleados de la planta no podían sustraerse de despistar algunos ejemplares para sus allegados (un regalo para los hijos, una sorpresa para los yernos...). Esto era un uso extendido entre los trabajadores del vertedero. Incluso había mafias enteras de gitanos de la Cañada Real que esperaban con furgonetas la llegada de productos descatalogados o deshechoables para recogerlos (Existían leyes no escritas sobre usos y derechos al respecto entre ellos) y venderlos posteriormente en mercadillos o en el rastro. Yo tenía a mi suegro trabajando allí: un día se presentó muy orgulloso en casa con varios discos nuevecitos del ídolo del momento. El ídolo no podría ocultar ya nunca que tenía los pies de barro.
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