"...Todo patas arriba, todo manga por hombro. El colegio desalojado en cinco días, los materiales almacenados por décadas empaquetados en cinco tardes, los muebles etiquetados y listos para el traslado... ¡Y todo sin perder una hora de las clases correspondientes de cada día!El antiguo cole se cae. El viejo gigante tiene los pies de barro, de un barro especial llamado "arcillas expansivas": lentas arenas movedizas donde se hunden poco a poco los cimientos y que producen alarmantes grietas en las paredes.Es una pena, porque era hermoso; el bonito color azul de los tejados había dejado un sobrenombre poético al colegio: "Los Azules", le llamaban. Un apelativo que aceptábamos con orgullo, pues sus tejados parecían de lapislázuli y nos hacían participar un poquito del cielo, con su color. También nos sentíamos pequeños pitufos azules en el trajín infinito de la aldea de Arganda del Rey.Desde la biblioteca del cole vivimos en directo la alarma de las paredes fracturadas, de las grietas crecientes... Hace ya cuatro años realizamos un urgente desalojo y un rápido empaquetado. La mitad de la sala hubo de ser apuntalada. Continuamos nuestra actividad en precario realizando las tareas propias de una biblioteca escolar en la "parte segura": catalogación, etiquetado, préstamos... La otra mitad, se convirtió en un lugar apartado y misterioso, una especie de sala antirriesgo NRBQ (recinto preparado para aislarse de amenazas Nucleares, Radiológicas, Biológicas y Químicas) tras sus largos cortinajes de plástico. Un inquietante esqueleto custodió durante semanas las cajas de libros amontonadas. Este año, de nuevo con improvisación y urgencia, tuvimos que empaquetar los miles de ejemplares lo mejor que pudimos. Otra vez los libros tapas arriba, los libros durmiendo dentro de sus cajas, a la espera del cole nuevo, los armarios desnudos...Deprisa, mal y pronto; tuvimos que seleccionar un buen grupo para dotar a las nuevas clases de algún material de lectura añadido a sus escasas bibliotecas de aula. Con cierta osadía, decidimos mantener el préstamos en EI y preparamos tres armarios con vitrina que pudieran cerrarse (estarán en un pasillo). Compartiendo como hermanos las tutorías (actualmente clases de religión y desdoble) habilitamos un rinconcito para instalar nuestro ordenador... El grueso de los fondos dormirán por meses en un oscuro sótano del ayuntamiento. Y mantenemos esta blog, lo único quizás, que no se ve afectado por el derrumbe de los edificios, pues su esencia es virtual; su almacenamiento está "en la nube".Seguiremos teniendo biblioteca. Y seguimos catalogando, prestando (en EI) e incrementando los fondos con donaciones (es la única posibilidad actualmente). Y en el nuevo colegio, ordenaremos con esmero las estanterías para que nuestro cole tenga la biblioteca que se merece..."
miércoles, 6 de noviembre de 2013
10000 libros tapas arriba
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Tuve el placer de realizar mi servicio social sustitutorio (objeción de conciencia) en la biblioteca de Arganda. Para un estudiante de 3º de carrera de Biblioteconomía y Documentación era lo más. Pero me tocó el traslado de la biblioteca a otro centro para realizar las obras de remodelación de ese edificio. Tuve el honor de que todo el saber pasara por mis manos, perdí la cuenta del número de cajas que manipulé.
ResponderEliminarTras quince años de aquella experiencia, aún la recuerdo como algo maravilloso. Os pasará lo mismo. Un abrazo
Quisiera haber reflejado en esta entrada del blog el interés, casi cariño, por este espacio de actividad que es una biblioteca. Precisamente porque sé lo importante que puede ser, lo agradable que puede resultar, me implico en su conservación y crecimiento. Sin embargo me duele la desidia de nuestras administraciones, la despreocupación y la indiferencia que han demostrado en todo este asunto de nuestro cole. Con este curso la biblioteca llevará sin funcionar en condiciones cinco años. ¡Ya está bien!
ResponderEliminarY respecto a tu gusto por la lectura y tu interés por la biblioteca quisiera que algo haya tenido que ver la influencia de la biblioteca del Leon Felipe o algunos profesores/as (Sé que tuviste de tutora a Alcázar y creo no andar descaminado al pensar que ella fue una de las que más te motivaron a la lectura). Sentí verdadera admiración cuando confesaste que hiciste de bibliotecario voluntario un curso en tu antiguo colegio. ¡Eres un chollo"; y conozco ahora que también trabajaste en la biblioteca de Arganda... Siento que el reciente traslado, por las prisas -más bien urgencias- no me haya permitido, como a ti, disfrutar del saber pasando por mis manos. Es que literalmente me "arrollaba" en el empaquetado.
ResponderEliminarPor supuesto que fue mi querido colegio León Felipe quien me inculcó el gusto por la lectura, y Alcázar jugó un papel importantísimo. Todos los días nos metía en la mochila un libro, de autores como Roald Dahl o Christine Nostlinger. ¡Casi "ná"!
ResponderEliminarDespués de estudiar cinco años todo lo relacionado con las bibliotecas, una de mis conclusiones fue el abandono por parte de las Administraciones de las bibliotecas escolares. ¡Y para mi son las más importantes! Es en la etapa escolar donde de verdad hay que fomentar la lectura, y no como un trabajo de clase, sino como un verdadero hobby.
Un abrazo