No sé si habéis visto en algún medio (podéis hacerlo en YouTube, si queréis) el sobrecogedor testimonio de la joven Amanda Todd. Amanda tenía 15 años y quiso contar su historia. Lo hizo en silencio, ayudada por unos sencillos carteles que ella, con su clara letra de estudiante, preparó y enseñó frente a la cámara, escondiendo su cara, su cara avergonzada por el ensañamiento de sus compañeros adolescentes. Realmente una imagen valió más que mil palabras, por desgracia.
Transcribo su mensaje traducido a nuestro idioma. Léelo en tiempo real. Hay ciertos hechos que se producen sincrónicos con él y que también añadiré como realidades paralelas. Así se sentía Amanda Todd, como una broma en el mundo...
Hola
He decidido
contarte mi
interminable historia
Cuando estaba
en 7º curso me veía
con mis amigos
a través
de la webcam.
para conocer
y hablar con
otras personas.
Me decían
que era hermosa,
impactante, perfecta...
Entonces me pidieron
que me exhibiera...
Así lo hice...
un año más tarde...
recibí un
mensaje en facebook
de él...
No sé cómo me conocía.
Decía: si no te exhibes
para mí publicaré tus tetas.
El sabía mi dirección,
escuela, los nombres
de mis amigos y familiares...
...
Vacaciones de Navidad
Tocan a mi puerta
a las 4 de la mañana
Era la policía...
mi foto fue enviada
a todo el mundo.
En este momento, el señor Inocente Paíva se quita la vida en el jardín de su casa, en la Calle 3. Sus amigos más cercanos lo encontrarán mañana colgado de un árbol de guayaba en su finca y mostrarán su estupor al ver que cumplió su amenaza de suicidarse tras el abandono de su esposa tras 58 de vida juntos.
Aquello me hizo
sentir muy mal
y me provocó...
ansiedad,
depresión profunda
y ataques de pánico.
Entonces me mudé
y empecé a tomar
drogas y alcohol...
Mi ansiedad empeoró...
no podía salir.
Pasó un año
y él regresó
con mi nueva...
lista de amigos y escuela.
Pero hizo una página
de facebook...
Mis pechos eran la
foto principal de su perfil...
Lloré todas las noches,
perdí a todos mis amigos
y el respeto que...
la gente tenía por mí... otra vez...
Después nadie me quería
Me ponían apodos,
me juzgaban...
nunca podré recuperar esa foto
Empecé a cortarme
Me prometí a mí misma
que esta sería la última vez...
En la ciudad de Tongsin, en Corea del Norte, un anónimo obrero industrial ingiere en estos momentos un litro de plaguicidas. No soporta la vida miserable a la que le obliga el régimen totalitario gobernante. Sus familiares, en la habitación de al lado, descubrirán con espanto al día siguiente su cadáver. Temerosos declararán que padecía una grave enfermedad y su nombre quedará olvidado. Si su mentira es descubierta su suicidio será declarado "traición" y ellos serán etiquetados como "la parentela del traidor" recibiendo desde ese momento el desprecio de sus vecinos...
No tenía amigos y me sentaba
a la hora del almuerzo sola.
Así que me cambié de escuela
una vez más.
Todo iba mejor aunque
todavía me sentía sola...
a la hora del almuerzo
en la biblioteca, todos los días
Un mes después empecé a hablar
con un viejo amigo
nos empezamos a escribir
y me empezó a decir que...
le gustaba.
Me sedujo...
Él tenía novia...
Entonces me dijo que fuera a verle
que su novia estaba de vacaciones.
Así lo hice... fue un grave error...
Nos "divertinos"...
Pensé que le gustaba...
Una semana más tarde
recibí un mensaje:
sal de tu escuela
Su novia y otras 15 personas
vinieron, incluyéndole a él...
Adolf Merckle, el quinto hombre más rico de Alemania, está a punto de arrojarse a las vías del tren. Ser multimillonario no le proteje del asedio de los problemas financieros y ya no soportaba abandonar el puesto 94 del ranking de los más ricos del mundo. Perder muchas de sus empresas por la crisis financiera le hacía la vida insufrible. En este momento, cuando el tren está a punto de pasar, da el último paso al frente en su vida.
Ella y otras dos dijeron:
"mira alrededor, no le gustas a nadie"...
Delante de mi nueva escuela : 50 personas.
Uno de ellos gritó: "¡pégale ya!"
Y así lo hizo.
Me tiró al suelo
y me golpeó varias veces
Ellos lo filmaron.
Me quedé sola y tendida en el suelo.
Me sentí como una broma en este mundo...
pensé que nadie merecía esto.
Me sentía sola.
Mentí y dije que fue mi culpa y mi idea.
No quería hacerle daño,
pensé que realmente le gustaba.
Pero él solo quería sexo...
alguien gritó "¡pégale ya !"¡
Los profesores llegaron corriendo
pero yo me fui y me arrojé en una zanja,
donde mi papá me encontró.
Me quería morir...
cuando él me llevó a casa bebí lejía.
La cuenta de twitter Guardiacivil62 acaba de recibir un mensaje y una foto de una vía del tren enviada por una joven seguidorade Palencia preocupada por su difusión por un joven que pretende quitarse la vida. Un agente experto en nuevas tecnologías está tratando de localizar el punto kilométrico exacto desde donde se acaba de enviar esa imagen... se ha activado el protocolo de emergencia antisuicidios.
Me sentía fatal por dentro
y pensé que realmente me iba a morir.
Vino la ambulancia y me llevaron al hospital
donde me lavaron el estómago
Cuando llegué a casa
lo que hice fue mirar en facebook:
- Ella se lo merecía,
- ¿Te quitaste el lodo del cabello?
- ¿Te quitaste el lodo del cabello?
- Espero que esté muerta...
No le importó a nadie.
Me cambié a otra ciudad, a la de mi madre.
Otra escuela...
no quise poner denuncia
porque quería olvidarme del asunto.
Han pasado 6 meses...
la gente sigue publicando
fotos de lejía, cloro y zanjas...
etiquetándome en ellas.
Me estaba yendo muchísimo mejora que antes.
Ellos dijeron...
Ella debería probar otro tipo de lejía.
Espero que esta vez muera
y no sea tan estúpida.
Ellos dijeron:
espero que ella lea esto y se suicide.
¿Por qué me hacen esto?
Metí la pata, pero ¿por qué perseguirme?
Dejé vuestra ciudad muchachos.
No paro de llorar.
Todos los días me pregunto:
¿por qué sigo aquí?
Mi ansiedad es horrible ahora.
Este verano no salí ni un solo día.
Todo por mi pasado...
la vida no está mejorando nunca...
no puedo ir a la escuela...
o conocer o estar con gente.
Estoy cortándome todo el rato.
Estoy realmente deprimida.
Estoy tomando antidepresivos y en tratamiento.
Hace un mes este verano...
tomé sobredosis.
Estuve ingresada dos días.
Estoy atrapada.
De lo que queda de mí ahora...
nada lo frena.
No tengo a nadie...
necesito a alguien...
Mi nombre es Amanda Todd...
El tema es espinoso pero me ha gustado muy mucho tu manera de narrarlo en esta "entrada". La estadística es escalofriante, el relato terrorífico.
ResponderEliminarMi enorme respeto por Amanda. Todos sentimos ahora que nos hubiera gustado conocerla y poder ayudarla. Sin embargo estuvo estuvo tres años ahí. Quizás tengamos una Amanda Todd al lado... miremos alrededor.
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