domingo, 16 de octubre de 2016

Una palabra y mil imágenes - 7. Apocalipsis

El mismo director, Fancis Ford Coppola,  bautizó su película con la palabra que resume la destrucción y el horror de la guerra. Del corazón de las tinieblas de los hombres surge el

Apocalipsis.



Banalizada, tácticamente adoptada o simplemente "gozada"; la violencia existe y se aplica cuando los diques de la civilización y la moral comienzan a desbordarse. 

Puestos a elegir la secuencia que mejor defina el Apocalipsis podría haber elegido las imágenes del inicio donde se superpone el batir del ventilador en el techo con las hélices de los helicópteros que bombardean la selva con napalm. Sí, es apocalíptica.  Pero la secuencia del bombardeo del poblado al son de la "Cabalgata de las Valkirias" de Wagner es aún más sugerente como sonido e imagen al segundo caballo del Apocalipsis: 
"... Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande"

La idea de Coppola de incluir la melodía que describe el vuelo le vino de su conocimiento de que los instructores de la Luftwaffe la incluían en los audiovisuales para instrucción de sus cadetes. La partitura describe la celestial cabalgada y los salvajes gritos de las vírgenes guerreras en su vuelo y descenso. La acción de esta ópera se sitúa en una montaña rocosa y agreste, donde está el mundo vacío y lóbrego de los dioses. La música evoluciona hacia una melodía interminable con una belleza violenta y erótica. 

Ya Hitler se había fijado en estas cosas. En una ocasión dijo: "Para comprender al 3° Reich hay que comprender primero a Wagner".


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