- ¡Esternocleidomastoideo!...
¡supercalifragilísticoespialidoso!... ¡Se van a enterar...! ¡Cien palabras,
menudo textito de mierda! Sortearé su forzado constreñimiento. Desacostumbradamente diseñaré configuración
extendida. Centrifugaré desproporcionadamente los caracteres, resultando un
Frankenstein literario: microrrelato macrométrico. Contra anorexia digital,
hipercolesterolemia literal.
Porque extirpar vocablos me horroriza más que la mismísima
hexakosioihexekontahexafobia; pareciéndome
que los microrrelatos son fórmulas castradoras de la creatividad como los
progestágenos anticonceptivos de ciclopentanoperhidrofenantreno lo son de la
fertilidad. Responsabilízome así de una contrarrevolucionaria redacción con sobreabundantes hiperpalabras. Vacuna
será contra la hipopotomonstrosesquipedaliofobia.
Desconsoladamente remato esta
desproporcionadísima producción literaria. Finaliza con electroencefalografía
plana del autor, extenuación del lector y desquiciamiento del linotipista.
¡Vaya tela!. No me extraña que el hombrecillo de la imagen se haya quedado minimizado ante los vocablos del micro-macro-relato.
ResponderEliminarBusco alguna larga palabra para terminar mi comentario.
Rindfleischetikettierungsüberwachungsa… es, oficialmente, la palabra alemana más larga, compuesta por 63 caracteres.
Bien dicho
ResponderEliminar(microcomentario)