domingo, 17 de junio de 2012

El ataque de la literatura ligera


La Galaxia Gutemberg se colapsa. Se encoge a velocidad vertiginosa en un vórtice de liviandad. Acumula polvo de fruslería estelar, gases de intrascenencia,  fragmentos moleculares clónicos y reptetitivos, basura espacial... Un agujero negro de futilidad se apodera de todas sus constelaciones una a una. Una vorágime de menudencias, naderías, pequeñeces e insignificancias se arremolina en torno a un núcleo de bobadas supermasivo.

En su entorno se están formando nuevos agregados estelares: Aparece la galaxia Twitter con sus minímoléculas de 140 caracteres y sus replicadores de secuencias idénticas, se expande la Galaxia Facebook que absorbe cibercuerpos  con efecto de bola de nieve... Hay otras en formación. Todas basadas en átomos sin núcleo, como si se hubieran descerebrado los elementos privándoles de los masivos protones y neutrones: sólo electrones periféricos, volátiles partículas dotadas de excitante velocidad y vistoso spin, pero sin masa crítica.

Mi blog navega lentamente hacia la decadente Galaxia Gutemberg. Su peculiar singladura le acerca despacio, a ritmo de vals, a las estrellas más brillantes. En su personal odisea espacial es casi seguro que no las alcanzará, pero cada vez estará más cerca.

Porque ha navegado por las galaxias más jóvenes y las encontró vacías, sólo habitadas por hipnóticas nubes de gas incandescente, auroras boreales intangibles, tormentas de arena agitadas por vientos siderales sin destino...

Porque contra la solidez de los textos se avalanza el ataque de la literatura ligera ganando batallas en el ciberespacio. El planeta Tierra ya está prácticamente conquistado, triunfa en el metro, en las salas de espera, en la prensa deportiva de los bares, en las  televisiones...

Mi blog mantendrá el rumbo hacia el abandonado núcleo de la antigua Galaxia de las Letras. Seguirá navegando en hermosas naves casi artesanales, propulsándose con textos largos de combustible doblemente refinado, evitando tunear las frases con accesorios inútiles, con gadchet innecesarios. Contra el zumbido de las avispas se elevará como un águila, lejos de los vientos a ras de suelo, como una lenta nave animal rumbo al sol. Mi personal Eagle literario en singladura estelar hacia la Galaxia de las Letras.

3 comentarios:

  1. ¡Qué alucine ! Mi cabeza sigue dando vueltas tras el paseo galáctico. Veo estrellitas por todas partes. Me sumerjo en el mundo incomprensible poblado de basura sideral y no encuentro la luz al final del túnel. ¿cuántos amigos tendré en la red que pretende atraparme? Quizá llegue a la centena pero no puedo tratar con ninguno de ellos porque sólo me puedo comunicar a través de un obsoleto ordenador. A veces me conformaría con la mirada de uno de ellos, o un simple abrazo cuerpo a cuerpo. Pero las garras del monstruo son afiladas y no me permiten acercarme a mi presa.

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  2. Es lo que ocurre cuando nos traén a la memoria (por el triste motivo de su defunción) a un viejo y admirado escritor de Ciencia Ficción: nos ponemos siderales:

    "Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais... atacar naves en llamas más allá de Orión, he visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhäuser.

    Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.

    Es hora de morir."

    — Roy Batty (Blade Runer, 1982)


    SOBRE LA GALAXIA GUTEMBERG, confieso que he pervertido completametne el concepto original desarrollado por McLuhan que es el creador de numerosos conceptos hoy muy populares acerca de los medios de difusión masiva y la sociedad de la información, tales como la Galaxia Gutenberg, la Aldea global, la diferenciación entre medios fríos y calientes y la descripción de los medios de comunicación como extensiones de la persona.
    La perspectiva de McLuhan respecto a los medios de comunicación social se ha dado en llamar determinismo tecnológico. Aunque es probable ver en él, también, a un visionario. En efecto, cuando McLuhan murió, la televisión por cable aún no era una realidad mundial, los habitantes de la 'aldea global' aún poco sabían sobre interactividad, e-books, multimedia, vídeoconferencias... pero la obra de McLuhan nos ha dejado un marco teórico que nos permite estudiar y comprender la naturaleza de estos nuevos medios que han revolucionado la historia de la comunicación de la humanidad.

    Cuando McLuhan, a mediados de la década de los 60, llamó por primera vez la atención del público al redefinir medios y mensajes, hubo quien interpretó que lo que hacía era promover el fin de la cultura del libro para propiciar la era de la televisión. Pero, en realidad, lo que hacía era advertir sobre el poderoso potencial del nuevo medio. Se sabe que en su vida privada McLuhan rechazaba a la TV hasta tal punto que le pedía a su hijo que impidiera que sus nietos la vieran. En efecto, llamó a la TV «el gigante tímido» y pretendía generar conciencia acerca de su enorme poder.

    El pensamiento de McLuhan respecto a los medios de comunicación se inicia a partir de las siguientes ideas:
    1.Somos lo que vemos.
    2.Formamos nuestras herramientas y luego éstas nos forman.


    La galaxia Gutenberg o la Aldea Global
    En la introducción a The Gutemberg Galaxy McLuhan dice que la palabra ambiente hubiera sido preferible para describir el período pero luego reflexiona: El término galaxia expresa perfectamente al conjunto simultáneo y recíproco de diversos factores no directamente relacionados entre sí.

    Este período comprende los casi cuatro siglos que van desde la difusión de la imprenta en la Europa de la modernidad hasta las primeras décadas del siglo XIX, cuando el telégrafo cambiaría para siempre la historia de la comunicación humana.

    En el mundo occidental, solo una tercera parte de la historia ha sido tipográfica, aunque, por cierto, la relación entre esta etapa y la anterior es interdependiente. Para McLuhan, la civilización es equiparable a la cultura de la escritura, cultura que, según su opinión, competirá con la cultura electrónica. Observará, además, que mientras que la escritura manuscrita destacaba la insignificancia y la torpeza de la irritación especializada propias del signo visual, en la página impresa, predominará la linealidad y la repetitividad.

    (NOTA: Este "rollete" hecho con corta y pega, me sirve tanto a mí como a los posibles lectores para enternder con más precisión el término, al que yo, más bien le concedo una acepción sinónima de "Galaxia Imprenta" o "Galaxia Literaria").

    Así pues, Manuel, relaja tus cansados ojos hipnotizados por este viaje espacial y serénate con un poco de buena literatura. Y luego nos lo cuentas en "Mi último libro".

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  3. Vale. Te haré caso. Después de leer todo esto recuerdo que esta semana estuve viendo las onomatopeyas...
    ¡ UUUUFFFFFF!

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