sábado, 27 de septiembre de 2014

Una tilde importante



¡A ti, que te importa!

Te interpelo, amigo lector porque sé que te importa lo que escribo. Utilizo para ti la función apelativa con subordinada de relativo especificativa... y te digo: ¡Gracias!

Gracias por dedicar unos minutos de tu tiempo a compartir mis pensamientos. 
Gracias por tolerar mis torpezas, perdonar mis disparates, aguantar mi insufrible arrogancia...
Gracias por participar con tus comentarios.
Gracias por tu fidelidad, tu curiosidad, incluso por tu compasión,  por tu ira; por todos tus sentimientos convocados.  
¡Muchas gracias! 

Pero a ti que juzgaste lo extenso por aburrido, lo triste por repelente, la ingenuidad por estupidez... a ti que no te rozó el alma siguiera alguna frase, alguna entrañable anécdota de una vida ajena:

¡A ti, qué te importa!

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