Porque me duele a rabiar que se siga votando masivamente a un partido que miente, remiente, tima, estafa, burla, finge, falsea, engaña, equivoca, confunde, falsifica, enreda, chasquea, defrauda, desorienta, despista, engatusa, fascina, seduce, embauca, aparenta, traiciona, decepciona, adultera, embarulla, enmaraña, desnaturaliza, tergiversa, lía, encizaña, corrompe, mezcla, trastorna, confunde, complica, entorpece, maquina, intriga, retuerce, deforma, altera, desfigura, desvirtúa, tima, roba, hurta, retuerce, abusa, joroba, exaspera, fastidia, aburre, incordia, incomoda... y harta a la ciudadanía sin que ésta le muestre el "que te den" de las urnas. Este masoquismo nacional me sorprende y me enerva hasta el extremo de llegar al insulto colectivo.
Y es que casa caso de corrupción manifiesta y chulesca de algún dirigente popular acaba con un incremento de votos. Desde Camps en Valencia a Aguirre en Madrid pasando por Bárcenas en el PP nacional, hasta Cascos en Asturias, Fabra en Castellón, Matas en Baleares... ¿Cómo no van a delinquir? Sus brindis con cava suelen ser :"A la salud de los gilipollas que nos votan! Sólo el hombre español tropieza dos veces con la misma PPiedra. Todos estos prohombres y mujeres gozaron de generosos epítetos por parte de nuestro presidente de gobierno: "Ciudadano ejemplar" (sobre Fabra) , "Paco, eres un gran presidente" (sobre Camps), "Estaré a tu lado, tanto si es necesario como si no" (A Esperanza Aguirre), "Querría para España un Gobierno como el que preside Jaume Matas en Baleares", "Es una persona competente, capaz y un clásico del PP" (sobre Álvarez Cascos), "Estoy convencido de que nadie podrá probar que no son inocentes" (Sobre Bárcenas)... Las hemerotecas desentierran elogios y los confrontan a los afilados cuchillos que se alzan ahora. Sólo quienes recuerdan podrán nos ser engañados de nuevo. ¡Cuánto tardarán en confesar públicamente muchos españoles: "Yo voté al PP"!; porque ahora, al parecer, nadie lo hizo. Entonemos el "mea culpa" y empecemos de nuevo otro proyecto colectivo con camisa límpia, después de poner la lavadora en el programa Ropa muy sucia, 95º, lejía y centrifugado. Quizás podamos salvar alguna prenda.
Tú lo has dicho perfectamente: ¡Somos gilipollas!! Tenemos lo que nos merecemos, todavía me encuentro con gente que justifica los actos de esta gente. ¡Es impresionante!
ResponderEliminarPoco más se puede añadir.
ResponderEliminarEn este caso mi comentario se puede resumir en:
"sin comentarios".