Yo tuve unos padres sin deudas. Sin casa propia, es verdad, pero sin deudas. Y, ya mayores, pudieron disfrutar de viajes del Inserso a precios simbólicos. Mi padre ganaba poco, pero no nos faltó nunca de comer. Con un sueldo mínimo todos los hijos pudimos estudiar y lo hicimos en centros y universidades públicas, con esfuerzo eso sí, pero pudimos...
Yo personalmente tuve la suerte de estudiar una carrera barata, incluso disfruté de becas; escasas, por supuesto, pero tuve. Después pude concursar en una oposición libre, bien es cierto que durísima; pero pude hacerlo. Me independicé y, al casarme, no tuve necesidad de vivir en la casa de mis padres (o de los de ella). Conseguimos comprar una vivienda, con unos plazos razonables y no tuvimos ningún problema para conseguir el crédito. Cuando tuve que operarme del menisco pude haberlo hecho en la Seguridad Social sin que me cobraran extras ni tuviera que repagar recetas.
Me casé con una mujer sindicalista que era querida por los trabajadores de su ramo y admirada por sus compañeros por su empeño y dedicación en las negociaciones de unos convenios increíbles que hacían la felicidad de los empleados y provocaban sudores en los jefes.
Recibía cada mes una nómina que crecía año a año y, poco a poco, se ajustaba al grado y expectativas que le correspondía.
Hubo años en que me resultó difícil encontrar un simple albañil para las pequeñas chapucillas en el domicilio pues todos estaban empleados en la construcción trabajando a destajo y ganando un buen sueldo. Conocí a muchos rumanos y polacos que trabajaban a destajo sin rechistar y ganaban sueldos desproporcionados a ojos de sus paisanos.
He visto obras descomunales y proyectos faraónicos. Presencié la construcción de enormes autopistas y vi alzarse lujosos pabellones para albergar olimpiadas y exposiciones universales. Asistí a la inauguración de costosos aeropuertos donde actualmente sólo aterrizan y despegan moscas y palomas...
"Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais [...] Todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir" - Roy Batty en Blade Runner.
Y ahora soy maestro... y la escuela que tuve y la que tengo empiezan a parecerse a lo que muestra este magnífico corto sobre los recortes educativos y en defensa de la escuela pública realizado por alumnos y profesores de primaria en Valderrobres (Teruel), con la colaboración de alumnos y profesores
ResponderEliminar¡No te lo pierdas: merece la pena!
http://youtu.be/hlZkdJ9xzoA