Mi hermano, por lo demás, no es el único que muestra una impronta grabada a fuego de aquel personaje: Rastreando por la red y siguiendo el hilo de los foros, el dueño del nick "qqcq" que se describe como un niño en aquella época con CI anormalmente alto, le recuerda como un tipo con personalidad excepcional y de capacidades más que suficientes y nos informa de que tenía sus doctorados en psicología y su licenciatura en sociología. En otro de sus post afirma: "Estuve tres años en el seminario. Por más que al final saliera absolutamente desengañado, en mi recuerdo , - y hace ya más de 20 años -, perdura la persona a la que más he respetado en mi vida: el padre Tomás Tobes, mi preceptor. Claretiano y doctorado en psicología, es la persona con más energía que he conocido nunca. Sus dependencias eclesiásticas, no las conozco, pero sí conocí muy de cerca a la persona, y era absolutamente impactante, y a mí me impactó para toda la vida."
De un tiempo a esta parte, el Padre Tobes ha sido rehabilitado. Ahora se acuerda de él con comprensión y respeto. Entiende (han tenido que pasar más de 20 años) las conductas y los motivos de aquellas actuaciones que antes se le antojaban obsesivas, maniáticas, crueles... Ahora pone en valor la esforzada, completa entrega, de aquellos formadores (maristas, claretianos...) que tenían la gran responsabilizar de educar a los futuros pastores del rebaño. Eran unos auténticos pitbull de la formación: jamás soltaban su presa. Su habilidad negociadora y organizadora era legendaria. Eran auténticos conseguidores de permisos, suvbenciones, ayudas: pateaban, preguntaban, insistían, regateaban, gestionaban con tenacidad y perseverancia. De esta manera podían organizar fabulosas excursiones por dos duros, preparar actividades con cuatro perras, regatear hasta la extenuación permisos y concesiones. Claro que, también eran exigentes para sus educandos. Los cuerpos perezosos y las mentes fantasiosas de los postulantes no podían descansar: exigencia, dureza, trabajo... robar al día y a la noche todas las horas posibles.
Se hacían odiosos, provocaban reprimidas murmuraciones, miradas asesinas... pero ellos, incombustibles, inasequibles a todas las dificultades, seguían insistiendo, presionando, rompiendo los nervios de sus educandos... Cada uno de nosotros salió de allí graduado en autocontrol, con cátedra en aprovechamiento de recursos y licenciatura en "consecución de imposibles".
¡Ojalá estuviera aquí el padre Tobes para meter en vereda a David! - Piensa ahora mi hermano, desde la exasperación de un padre que se enfrenta con su hijo adolescente- ¡Cómo se rehabilita su figura cuando nos encontramos con que los hijos no nos entienden y se rebelan ...!
*NOTA: He investigado en la red sobre este personaje del que sólo tengo referencias. Confirmo que se llamaba Tomás Tobes pero no tengo noticias de su paradero.
Pues no. No es ese. El Padre Tobes del que hablaba tu hermano es Tomás Tobes. Era un hombre de una extrordinaria capacidad, pero los últimos años que estuvo de prefecto en el seminario estaba alteradillo. Demasiado alterado. Solía equivocarse bastante juzgando a las personas.
ResponderEliminarPues sí, es ese: el padre Tomás Tobes. He rectificado la nota con que concluía la entrada tras la confirmación telefónica de uno de sus "educandos". Ya he rectificado respecto al personaje. Todo lo que se dice ahora (el artículo anterior al completo y algún apunte más -el comentario de "qqcq", al que quizás conozcas- está debidamente documentado).El error se debía a que el padre Tobes al que me refería también estuvo de prefecto en Segovia hace muchos años. La foto, por supuesto, no corresponde al citado y ha sido suprimida de la entrada.
ResponderEliminarGracias por el aviso.
Yo fui uno de los sufridores del padre Tomas Tobes. Lo sufri el ultimo año de Medina de Rioseco (7º EGB) y el suiguiente en Segovia. Era una de las personas mas extrictas que he conocido en mi vida y al igual que tu hermano ya lo quisira yo temer en casa ahora. Como cambia la vida.
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