jueves, 3 de noviembre de 2011

Homo sum (2) "El día del maestro"

Homo sum; humani nihil a me alienum puto."
"Hombre soy; nada humano me es ajeno."
Publio Terencio Africano (194 a.C. - 159 a.C.).

Humano soy. Como tal me equivoco. Mis equivocaciones son una parte imprescindible de mi equipaje en esta vida. No las escondo. No me avergüenzan. Sonrío al compartirlas. Son inocentes. Ingenuas.

El día del maestro
Más chasqueado quedé de la siguiente. Yo era logopeda en un colegio de Alcalá. Los logopedas trabajamos con pequeños grupos de alumnos fuera de su aula en muchas ocasiones. Habitualmente llegaba un poco antes para repasar el programa y preparar los materiales. Aquel día llegué 30' antes. Eché un vistazo a la lista de alumnos del día, busqué lotos y fichas, saqué elementos de soplo... Se habían hecho ya las 9:00, hora de entrada. Sin embargo, el colegio seguía en silencio. Era raro pues yo no era el único maestro que llegaba con antelación. Muchas de las profesoras de Educación Infantil acostumbraban a estar al menos 15' antes. Un extraño silencio cubría el pabellón otras veces lleno de voces y gritos de críos en el patio, en las puertas... Me asomé a la ventana. No había ninguna madre en la valla. Tampoco ninguno de esos niños madrugadores que vienen media hora antes al colegio porque sus padres trabajan.... ¡Esto si que es raro! Miré el reloj. Me cercioné de que funcionaba... Me vino a la cabeza una posible explicación: ¡Ya sé! seguro que hoy es el día que cambian la hora y en realidad se entra una hora más tarde... Me tranquilicé y decidí aprovechar el rato que me quedaba programando un poco. Cuando llegó "la hora atrasada" el colegio seguía desierto... Entonces sí que me alarmé. ¿Acaso era sábado o domingo?... Decidí investigar un poco... Me acerqué a la solitaria aula vecina. Resultaba inquietante ver las mesas ordenadas, la pizarra límpia, el sol entrando por las ventanas y el único movimiento del polvo cruzando entre sus rayos... Sobre la mesa de la profesora habían quedado algunos papeles. Eran unas cuartillas con un comunicado a los padres:
"Se informa a los padres de que la festividad del día del Maestro ha sido trasladada al día de mañana, por lo que no habrá clase"

Sorpresa y rubor. Recojo mis cosas. Salgo sigilosamente confiando que no me vea la conserje ni me descubra el perro que tiene en el patio. Abro subrepticiamente la puerta de la valla. Montó disimuladamente en el coche. Vuelvo a mi casa en Guadalajara. Y me meto en la cama a dormir otro rato. En realidad estaba menos enfadado que divertido. Pensándolo bien había ganado un día de fiesta inesperado.

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